sábado, 23 de enero de 2010

Curiosité

La curiosidad despertó de su largo letargo. Se acabó aquella etapa de aburrida apatía, en la que mis pensamientos nadaban sin rumbo fijo, sin causa ni efecto. No hubo un detonante concreto, pero algo en mí estaba cambiando desde hacía meses. Y un pequeño "click" una tarde de invierno hizo que todo cambiase. Como la llama tardía que se hace de rogar ante un frío inminente, presa de la humedad de una leña que no quiere morir...aunque ya esté muerta. 
Esa curiosidad se va avivando poco a poco, lenta, pero segura de sí misma, pues sabe que cada paso dado precede al que dará mañana... y a ella eso le gusta, y le intriga cada día un poco más...

2 comentarios: