En todas las experiencias de mi corta existencia siempre he aprendido algo. A veces mucho, a veces poco. Pero nunca he permanecido indiferente ante lo que ocurre ante mis ojos. Y esa lección aprendida condiciona en cierta medida las experiencias futuras; siempre intento que para bien.
Aún así, mi escala moral permanece intacta, no porque no sea atacada con cierta frecuencia, sino más bien por la fuerza de la base sobre la que se asienta.
Seguiré creyendo en la amistad aunque un amigo me falle.
Seguiré creyendo en el amor aunque un hombre me parta el corazón.
Seguiré creyendo que el trabajo duro y tenaz proporciona una recompensa, aunque me rodee de aquellos que lo obtienen todo sin apostar apenas nada.
oju Nati, esas palabras me dicen demasiado hoy. No sé si lo has hecho por lo que hablamos, pero gracias por escribir verdades tan grandes.
ResponderEliminarpues en cierta forma sí, después de lo que hablamos, me animé a publicarlo, aunque lo escribí hace tiempo, pero no encontraba momento...
ResponderEliminarespero que te haya servido de ayuda... :)
De mucho...
ResponderEliminar