Quién sabe si el ayer acogió el olvido...
¿Hay alquien que sepa distinguir si otros no ven? ¿Cuáles son los ojos necesarios? ¿Los tuyos o los míos?
El último día que pasé en aquel lugar fue diferente. El último día era el primer día de algo nuevo. Todos los sentimientos se agruparon en uno sólo: todo y nada. Y de la nada llegó el todo. Y lo tuve claro.
No se puede tener todo cuando no se arriesga nada.
No se puede ansiar vivir ese momento, cuando ni siquiera se ha estado en ese lugar.
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