
"I'm an orange moon
I'm brighter than before,
brighter then ever before.
I'm an orange moon
and I shine so brigth,
'cause I reflect the light of my sun..."
Una de las canciones de amor más bonitas que he escuchado nunca es "orange moon". Curiosamente, no contiene la palabra amor en ninguno de sus versos; y no le hace falta.
Posee una extraordinaria belleza, tiene fuerza, y es una declaración de amor en toda regla. Pero no de un amor cualquiera: habla de un amor incondicional, recíproco. Dos personas que son totalmente distintas, incluso opuestas, que se encuentran, se necesitan y complementan. Separados son geniales, pero juntos forman un "tándem" inigualable.
Raras veces se ve eso en la vida diaria. No todo el mundo encuentra su media naranja, y mucho menos, su "otra mitad".
Porque no es lo mismo enamorarte de alguien con quien congenies, que encontrar a alguien que de sentido al hecho de congeniar. Una persona que saque lo mejor de tí, y además que lo mejore: alguien que haga que brilles con más intensidad...
Al final no todo será moda y fotos en este blog. Maravillosa entrada la de hoy.
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