miércoles, 29 de octubre de 2014

20 - 8 - 14

Levanté la vista, miré al cielo y empecé a soñar. No muy lejos saltaron rumores de voces conocidas, familiares y amables, gentes de gran corazón dispuestas a ofrecer una mano amiga al que se encuentra desorientado. Soy yo la que está más cerca, la mujer desorientada que va dando tumbos sin rumbo fijo, recién crecidas las alas, recién recuperada la cordura, recién instaurado el orden allá dentro donde nacen los sueños, donde se acurrucan los sentimientos y se instalan los recuerdos para siempre.
Hace poco que llegué a este mundo, y me encuentro como una mujer nueva en alguna forma posible entre el antes y el después. Pero me falta algo. Ese algo importante, imprescindible. Pasar página es posible; difícil, pero viable.

martes, 28 de octubre de 2014

Reflexión

Hay días en los que una necesita gritar a los cuatro vientos que tiene algo que en realidad no tiene. O que sólo tiene en sus sueños, aunque sus sueños no le pertenezcan.

viernes, 31 de agosto de 2012

Ausencia

El amor es mezquino, engañoso, mentiroso, se calla lo que le conviene. Te vende su mejor imagen cargada de guiños románticos estereotipados, quehaceres cotidianos para dos, pequeños hilos tejidos que enredan y unen de forma lasciva y constante a dos corazones. No te niega nada en los buenos momentos, y se excede impertinentemente al mostrar su mejor cara. Como si quisiera comprarte; como si pudiera rendirme ante sus pies. Pero jamás te llega a decir, ni siquiera a insinuar, lo mucho que puede doler una ausencia. Tu ausencia.

viernes, 24 de febrero de 2012

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Llevo toda la semana mirando atrás, y empiezo a ver los errores cometidos, las faltas aplicadas de forma inconsciente, la mala lengua erigida en un altar de miradas turbias y ademanes gloriosos... pero todo sin quererlo, sin ser premeditado, sin ánimo de lucro, sin darme cuenta... eso sí que lo vieron todos, todo y para todos, menos yo.
¿Qué hago ahora, si la ofensa ya está cometida? ¿Puedo aceptar las frías consecuencias? ¿Las tibias lágrimas marchitas que caen por mi rostro... y por otros rostros? ¿esas que poco a poco enfrían mi alma, la apagan, la petrifican? ¿qué tengo que hacer ahora?

domingo, 22 de enero de 2012

Flores

¿Por qué no hay flores en mi vida? 
Nunca tanta belleza colorida, impregnada de aromas selváticos, efluvios, sentidos despertados, nunca llamaron a mi puerta, me nombraron, me acosaron... 
Nunca me persiguieron por la noche, ni en el extenso día, no mencionaron mi nombre...
Nunca fueron testigos cromáticos, de mi espontánea sonrisa, ni imaginaron caricias que compensaran el detalle... No, nunca.

A veces resulta imposible trasladar a mi mente lo que siente mi corazón.